“Vive tu vida como si subieras una montaña. De vez en cuando mira la cumbre, pero más importante es admirar las cosas bellas del camino. Sube despacio, firme, y disfruta cada momento. Las vistas desde la cima serán el regalo perfecto tras el viaje.” Harold V. Melchert.
Este Blog tiene cómo finalidad el acercar y dar a conocer a tod@s sus visitantes esta bella obra de la madre naturaleza cómo es la Sierra Grande de Hornachos,un lugar ya no solo apasionante por sus bellos y recónditos paisajes,si no más por la historia que derrochan sus rocas a su paso. Desde la Prehistoria, a las batallas del mitológico Hércules, los enfrentamientos entre Moros y Cristianos,el duro trabajo en las minas, y un largo etcétera que iremos desglosando poco a poco.
Las dos formaciones montañosas más importantes son Sierra Grande y Sierra Pinos,ambas marcadas por una clara orientación de noroeste a sureste.La altitud máxima se encuentra en el Peñon de Marín,con 951 m.,en la cumbre conocida cómo Mojón Blanco.
Para los amantes de la naturaleza destacar la gran variedad de rapaces y fauna mediterránea,entre los que destacan en un gran predominio los encinares y alcornocales,siempre acompañados por otras especies como jaras, piruétanos, aulagas, cantuesos, tomillos, etc. También son visibles los acebuchales,enebrales y vegetación ripiaria como adelfas y tamujales.En las fisuras y rellanos de estas sierras se ha descubierto la presencia de alfileres, especie amenazada que sólo aparece en algunas sierras de Extremadura, Andalucía y norte de Marruecos.
Se han inventariado un total de 228 especies de vertebrados, un número muy elevado si tenemos en cuenta la escasa superficie de este espacio protegido.
Entre las aves de gran envergadura que anidan en las crestas rocosas destacar al Buitre Leonado,el Águila Real,el Águila Perdicera,Alimoche,Búho Real y Halcón Peregrino.En aves de menor tamaño encontramos al Roquero Solitario,la Chova Piquirroja,el Colirrojo Tizón,el Avión Roquero y el Acentor Alpino.
Sobrevolando las dehesas y pastizales en busca de alimento,se puede observar al Águila Imperial Ibérica,aunque no se tiene conocimiento de que nidifique en esta zona.
Entre los reptiles destacar a la Salamanquesa Rosada y la Común, el Lagarto Ocelado y el Verdinegro, la Lagartija Ibérica y la Colilarga, el Eslizón Ibérico, la Culebra de Herradura,la Bastarda y la de Escalera, la Víbora Hocicuda, y el Galápago Leproso y Europeo.
Y en cuanto a mamíferos se refiere destacan entre otros el Conejo, la Liebre, el Tejón, el Meloncillo, la Jineta, el Ciervo, la Comadreja, el Ratón de Campo, la Garduña, el Gato Montés, el Zorro y el Jabalí.
miércoles, 4 de enero de 2012
LOCALIZACIÓN
La Sierra Grande de Hornachos se encuentra situada en la comarca pacense de Tierra de Barros.
Ubicada en el centro de la provincia de Badajoz, se alza entre las comarcas de los Barros, la Campiña y la Serena, limitada geográficamente por el río Matachel, y su afluente el río Palomillas, y el río Guadámez.
De sus laderas nacen varios arroyos con un importante aporte de agua a la cuenca. Por el suroeste limita con márgenes desarbolados del embalse de Los Molinos y por el norte con un terreno más abrupto, con otras sierras de menor altitud como son Sierra de Miradera, Sierra del Rincón y Sierra de la Pedriza.
La Sierra Grande es la más meridional de las sierras centrales, en 1989 fue clasificada como Zona de Especial Protección para Aves y en 1998 se la incluyó dentro de la Red de Espacios Naturales Protegidos, con un total de 12.190 hectáreas pertenecientes en su totalidad al término municipal de Hornachos.
Para más información de cómo llegar pinchar en el enlace de debajo de la foto,en Ubicación.
Ubicada en el centro de la provincia de Badajoz, se alza entre las comarcas de los Barros, la Campiña y la Serena, limitada geográficamente por el río Matachel, y su afluente el río Palomillas, y el río Guadámez.
De sus laderas nacen varios arroyos con un importante aporte de agua a la cuenca. Por el suroeste limita con márgenes desarbolados del embalse de Los Molinos y por el norte con un terreno más abrupto, con otras sierras de menor altitud como son Sierra de Miradera, Sierra del Rincón y Sierra de la Pedriza.
La Sierra Grande es la más meridional de las sierras centrales, en 1989 fue clasificada como Zona de Especial Protección para Aves y en 1998 se la incluyó dentro de la Red de Espacios Naturales Protegidos, con un total de 12.190 hectáreas pertenecientes en su totalidad al término municipal de Hornachos.
Para más información de cómo llegar pinchar en el enlace de debajo de la foto,en Ubicación.
RUTAS
RUTA CAMINO DE LA UMBRÍA
Su duración es de cinco horas caminando. La ruta sigue el camino de la Umbría de la Sierra Grande de Hornachos. El camino parte de la carretera EX-344 (Hornachos-Puebla de la Reina) frente a la ermita de San Isidro, desviándose para subir al mirador de la Magrera, volviendo el camino de la Umbría se asciende a la Sierra de Paja, para descender al arroyo de Fuentes Encaminadas, pasando por el cortijo del Recobero, el arroyo de los Pilones y el paraje del Cardón. La ruta circunvala la Umbría de la Sierra Grande, para salir otra vez a la carretera EX-344 desde donde se accede a Hornachos.
RUTA DE LOS CORRALETES
Una duración de tres horas caminando. La ruta la iniciamos en el Mirador de Magrera, de la Ruta del Camino de la Umbría, desde éste se toma la vereda de los Corraletes, que discurre entre las dos líneas de cumbre de la parte más abrupta de la Sierra Grande de Hornachos (Peñón de Marín), para unirse a la Ruta de la Sierra Grande y Bajar a la población de Hornachos por la Fuente de los Moros.
RUTA SIERRA DE PINOS
Con una duración de tres horas caminando. La ruta circunvala la Sierra de Pinos, partiendo del Paraje de Oreganal en la carretera EX-344 (Hornachos-Puebla de la Reina). La senda rodea la Sierra hasta salir de nuevo a la carretera en las proximidades de la "Huerta del Negro". En ésta ruta puntualizar que debido a que Sierra Pinos es practicamente privada en su totalidad, podremos encontrarnos con algunos impedimentos como cancelas o vallados que deberemos sortear.
RUTA SIERRA GRANDE
Con una duración de dos horas y media caminando. La ruta parte de la Fuente de los Moros, siguiendo el camino se llega a la Sierra de la Silla,y continuamos hasta llegar a la Sierra del Carrascal,la cuál iremos bordeando para tomar el Camino de los Escalones, Senda Moruna desde donde se observa una impresionante vista panorámica de Sierra Grande.
Continuando el camino franqueado por el Salto de la Moza y el Peñón de la Campaña se llega las ruinas de la antigua Fortaleza Arabe. El último tramo del camino lleva hasta el Posito, un buen lugar para descansar ,disfrutar de unas impresionantes vistas y bajar a Hornachos.
RUTA DE TRASIERRA
Su duración es de cinco horas caminando. La ruta transcurre por la senda de Los Escalones,antigua vía de comunicación entre los reinos moros de Hornachos y Toledo.Se inicia dejando a la derecha la ermita de San Francisco, empieza a descender por la senda que llega a las crestas cuarcíticas de Sierra Grande, tomando el camino de la Tallisca se atraviesa esta crestería, para bajar entre jaras hasta el Valle, poblado de dehesas.
Continuando la senda, se llega al Camino de Puebla a Campillo que bordea el Disparatón y la Sierra Canija, siguiendo la ruta se llega a la Trocha de Hornachos que, cruzando la Ruta de la Umbría, vuelve a atravesar la Sierra Grande, hasta volver a la población de Hornachos por el Valle de los Cristianos.
RUTA CAMINO DE LAS HACHAS
Con una duración de una hora caminando,la ruta comienza en el pilar de San Francisco,donde seguiremos el camino de tierra que va recorriendo la parte baja de la ladera de la sierra.La ruta termina en la finca "Las Hachas",donde pueden observarse varios chozos y hornos tradicionales hornachegos.
Su duración es de cinco horas caminando. La ruta sigue el camino de la Umbría de la Sierra Grande de Hornachos. El camino parte de la carretera EX-344 (Hornachos-Puebla de la Reina) frente a la ermita de San Isidro, desviándose para subir al mirador de la Magrera, volviendo el camino de la Umbría se asciende a la Sierra de Paja, para descender al arroyo de Fuentes Encaminadas, pasando por el cortijo del Recobero, el arroyo de los Pilones y el paraje del Cardón. La ruta circunvala la Umbría de la Sierra Grande, para salir otra vez a la carretera EX-344 desde donde se accede a Hornachos.
RUTA DE LOS CORRALETES
Una duración de tres horas caminando. La ruta la iniciamos en el Mirador de Magrera, de la Ruta del Camino de la Umbría, desde éste se toma la vereda de los Corraletes, que discurre entre las dos líneas de cumbre de la parte más abrupta de la Sierra Grande de Hornachos (Peñón de Marín), para unirse a la Ruta de la Sierra Grande y Bajar a la población de Hornachos por la Fuente de los Moros.
RUTA SIERRA DE PINOS
Con una duración de tres horas caminando. La ruta circunvala la Sierra de Pinos, partiendo del Paraje de Oreganal en la carretera EX-344 (Hornachos-Puebla de la Reina). La senda rodea la Sierra hasta salir de nuevo a la carretera en las proximidades de la "Huerta del Negro". En ésta ruta puntualizar que debido a que Sierra Pinos es practicamente privada en su totalidad, podremos encontrarnos con algunos impedimentos como cancelas o vallados que deberemos sortear.
RUTA SIERRA GRANDE
Con una duración de dos horas y media caminando. La ruta parte de la Fuente de los Moros, siguiendo el camino se llega a la Sierra de la Silla,y continuamos hasta llegar a la Sierra del Carrascal,la cuál iremos bordeando para tomar el Camino de los Escalones, Senda Moruna desde donde se observa una impresionante vista panorámica de Sierra Grande.
Continuando el camino franqueado por el Salto de la Moza y el Peñón de la Campaña se llega las ruinas de la antigua Fortaleza Arabe. El último tramo del camino lleva hasta el Posito, un buen lugar para descansar ,disfrutar de unas impresionantes vistas y bajar a Hornachos.
RUTA DE TRASIERRA
Su duración es de cinco horas caminando. La ruta transcurre por la senda de Los Escalones,antigua vía de comunicación entre los reinos moros de Hornachos y Toledo.Se inicia dejando a la derecha la ermita de San Francisco, empieza a descender por la senda que llega a las crestas cuarcíticas de Sierra Grande, tomando el camino de la Tallisca se atraviesa esta crestería, para bajar entre jaras hasta el Valle, poblado de dehesas.
Continuando la senda, se llega al Camino de Puebla a Campillo que bordea el Disparatón y la Sierra Canija, siguiendo la ruta se llega a la Trocha de Hornachos que, cruzando la Ruta de la Umbría, vuelve a atravesar la Sierra Grande, hasta volver a la población de Hornachos por el Valle de los Cristianos.
RUTA CAMINO DE LAS HACHAS
Con una duración de una hora caminando,la ruta comienza en el pilar de San Francisco,donde seguiremos el camino de tierra que va recorriendo la parte baja de la ladera de la sierra.La ruta termina en la finca "Las Hachas",donde pueden observarse varios chozos y hornos tradicionales hornachegos.
CUEVAS
Fue allá por el año 1987 cuando se empezó a comentar por Hornachos que iban a venir a rodar una película, y fue cierto, así ocurrió, el año siguiente comenzaría el rodaje de la miniserie titulada “El Mundo de Juan Lobón”, donde se narra la lucha atávica por el dominio de la tierra entre Juan Lobón, un cazador furtivo, y los dueños de las parcelas en la Andalucía rural de la posguerra española. En la serie participaron cómo actores secundarios varios vecinos de la localidad, y ésta cueva, preparada y remodelada a base de escayola, sirvió de escenario en varias escenas. Para visitar ésta cueva tomaremos la carretera EX-343, Hornachos-Retamal de Llerena, circularemos 6,3 km. aproximadamente para desviarnos a mano izquierda por la pista que nos adentra en Sierra Grande. Subiremos 1 km. más o menos, y saltaremos la alambrada a nuestra derecha para llegar a las rocas donde se encuentra éste "famoso" rincón.
CUEVA DE HÉRCULES O CUEVA DE LOS TOROS
Sin duda alguna, ésta cueva llama muchísimo más la atención por la mitología que la encierra, que por su estructura en sí. Para llegar a ella tomaremos la carretera EX-344, Hornachos-Puebla de la Reina, para desviarnos en el km.6,500 hacia el camino que nos dirige por la ladera de Sierra de Pinos. Una vez allí subiremos por la pedriza que parte en las cercanías de la Huerta del Negro e iremos ascendiendo por el valle hasta llegar a ella. Es un entrante natural en la roca, a modo de porche con un pequeño sótano subterráneo, donde según la mitología que describimos a continuación, Hércules guardaba a sus toros.
Narra la tradición que fue el poderoso Hércules, hijo de Zeus y Alcmena, el fundador de Hornachos, así como de algunas ciudades españolas, quedando en todas ellas señales evidentes de su paso y de su valor. Llega Hércules en sus conquistas a las fragosas sierras de Hornachos y se alberga en una cueva, obra de la naturaleza, enclavada en la Sierra de Pinos y conocida hoy aquella con el nombre de Cueva de los Toros, por haber Hércules sacrificado en ella a la diosa Fornacia y tener albergados alli a los toros que tomó en la batalla librada contra Gerión, un gigante dotado de tres cuerpos que reinaba en Eritia, región de España, lindante con el océano. Hércules acabó con él de un fuerte mazazo y llevó los toros por tierras españolas.Probablemente pasarían varios dias y noches en la cueva, que desde entonces lleva el nombre de los Toros.
A la entrada de la cueva se hallaba una inscripción casi ininteligible por la acción de los tiempos, que con gran dificultad deja leer estas letras: H. D. F. S., que se descifran en este modo: "Hercules Divae Fornacis Sacrat", y por conjeturas se desprende de la inscripción copiada que esta cueva fue templo de la diosa Fornacis. Asentó Hércules los cimientos del pueblo de Hornachos con gente túrdula, de esclarecido linaje, de la cual recibió este pueblo el nombre de Fornacis en honor a su diosa Fornacia, o bien de sus sucesores, por los muchos hornos metálicos que se han conocido abiertos en los alrededores.
CUEVA LA MONEDA
<…En el Peñón que llaman La Moneda, hay otra cueva donde los moros sellaban monedas…>. Pedro Salazar de Mendoza, cronista de Felipe II, escribía acerca de los moriscos de Hornachos, inmediatamente después de su expulsión, que en esta villa, “tratábanse como republica y juntabansé a su Consejo de Estado en una cueva de la Sierra, y allí batían moneda”. Gran cueva con una inmensa entrada y buena profundidad, aunque su interior es uniforme y brusco debido a los grandes peñascos que 'habitan' allí. Está situada en el peñón que se encuentra detrás del Mojón Blanco, mirando desde allí en el costado derecho concretamente. No existe verea ni camino, por lo que tendremos que aventurarnos entre las jaras para llegar hasta allí.
CUEVA DE LA MAGRERA
<...En esta, pues, fragosa Sierra hay diferentes cuevas capacísimas, que las abrió la Naturaleza, y en ellas hay cosas particulares. En el Peñón que llaman de Almagrera, hay una cueva grandísima, y todo su interior es de almagre, del que se aprovechaban los pastores para señalar los ganados trashumantes...>, citaba Ortiz de Thovar.
Dicho Peñón se encuentra en el paraje de La Hoya, frente a la ermita de San Isidro, en la carretera EX-344, a unos 4 km. de Hornachos dirección a Puebla de la Reina. Para llegar tomaremos la pista asfaltada que parte frente a la entrada de la explanada de San Isidro, para desviarnos dirección al Mirador de la Magrera. Una vez superado el segundo peñón, tocará adentrarnos entre las jaras para ir bordeándolo y ascender por su lateral para conseguir llegar a la entrada de la cueva. Dicha entrada se encuentra en la parte baja de una gran grieta que parte el peñón, mirando de frente a la ermita.
CUEVA DE LAS PINTURAS
Bonita cueva situada en el abrigo de la Sillá, en la parte que da a los Corraletes. Para llegar a ella partiremos desde la Fuente de los Moros y cogeremos la pista que nos dirige a un amplio llano situado en pleno valle. Al principio de ese mismo llano, al lado de una pequeña caseta, sale la verea que asciende por la Sierra de la Sillá y nos lleva directamente a la cueva, eso si, debemos fijarnos bien porque hay zonas donde debido a la vegetación y a lo abrupto del terreno podemos llegar a despistarnos. Llama la atención de ésta gran grieta la enorme losa que hace de techo. Si continuamos ascendiendo por la verea hasta el peñón, podremos observar algun conjunto de pinturas rupestres, siendo éstas por desgracia las más deterioradas debido a la erosión del medio y al ser las más conocidas y visitadas del lugar.
CUEVA DE LA MARRECIA
Ésta cueva se encuentra en un peñón totalmente aislado; es un gran entrante en la roca a modo de porche. Si tomamos la ruta de Las Hachas hasta el final del camino nos daremos de frente con la entrada de la finca "La Capellanía", por la pared de piedra que la rodea por la izquierda sale la verea que nos guiará hasta la cueva, tendremos que atravesar una pedriza que hace de pasillo entre unos peñones y continuar por la verea que va ascendiendo entre las jaras.
CUEVA DE LAS TREINTA YUNTAS
Partiendo desde el Pósito, tomaremos la senda moruna de los Escalones. Cuando finalizemos el camino empedrado, continuaremos bordeando el Peñón de la Antena, y prestaremos toda nuestra atención a la derecha, porque entre las jaras y a unos 50 mts. nace la verea que nos dirige hacia la cueva. Destacar su interior, bastante amplio, y con una entrada de luz enfocada a la parte trasera.
CUEVA DE LA CAMPANA
Ésta cueva debe su nombre a la forma peculiar del peñón, del mismo nombre, donde se encuentra, similar a una gran campana. Una vez visitada la cueva anterior,tomaremos de nuevo la verea y continuaremos dirección a la Sierra del Carrascal, una vez alcanzada la cresta, la podemos observar facilmente a nuestra derecha.De ésta cueva no hay mucho que destacar, pues carece de profundidad, su interior está compuesto por grandes peñones encajados entre sí.
Y OTRAS MUCHAS MÁS...
... que se encuentran dispersas a lo largo de toda Sierra Grande y Sierra Pinos.
LA PREHISTORIA EN SIERRA GRANDE
El hallazgo de pinturas rupestres en los muchos abrigos y cuevas de la Sierra atestiguan la presencia humana en esta zona desde la época del Neolítico,y se extiende hasta el comienzo de la Edad de Bronce, estimándose su antiguedad entre 2000 y 3000 años a.c.
Las Pinturas pertenecen al grupo de Pinturas Rupestres Esquemáticas, que aunque son poco estudiadas por los investigadores, quizás debido a su difícil y esquematizante interpretación, es una de las grandes manifestaciones artísticas de nuestra Prehistoria.
Destacan los abrigos de La Sillá ,El Peñón Grande y de Sierra de Pinos. Las pinturas son de color rojo y ocres, aplicando siempre técnicas de tintas planas, las tonalidades son diversas dependiendo del grado de absorción del pigmento en la roca y de la degradación atmosférica. Sus trazos son en su mayoria gruesos, más raramente aparece el punteado o tamponado, que se usaba para delimitar contornos internos o externos, asi como para rellenar algunas figuras. Cabe destacar un panel magníficamente conservado, situado a 5.82m del suelo. En el se han localizado hasta 44 motivos, entre los que aparecen antropomorfos de varios tipos (ancoriformes, de brazos en asa, ramiformes), además de zoomorfos y la representación de un carro, un tipo de representación muy escasa en la pintura rupestre extrema.
Las Pinturas pertenecen al grupo de Pinturas Rupestres Esquemáticas, que aunque son poco estudiadas por los investigadores, quizás debido a su difícil y esquematizante interpretación, es una de las grandes manifestaciones artísticas de nuestra Prehistoria.
Destacan los abrigos de La Sillá ,El Peñón Grande y de Sierra de Pinos. Las pinturas son de color rojo y ocres, aplicando siempre técnicas de tintas planas, las tonalidades son diversas dependiendo del grado de absorción del pigmento en la roca y de la degradación atmosférica. Sus trazos son en su mayoria gruesos, más raramente aparece el punteado o tamponado, que se usaba para delimitar contornos internos o externos, asi como para rellenar algunas figuras. Cabe destacar un panel magníficamente conservado, situado a 5.82m del suelo. En el se han localizado hasta 44 motivos, entre los que aparecen antropomorfos de varios tipos (ancoriformes, de brazos en asa, ramiformes), además de zoomorfos y la representación de un carro, un tipo de representación muy escasa en la pintura rupestre extrema.
EL CASTILLO ÁRABE DE HORNACHOS
El Castillo de Hornachos se levanta sobre el peñasco que domina el pueblo y que tiene forma de barco. Se estima su fecha de construcción en las primeras invasiones árabes en el siglo X, cuando nace como tal la verdadera fortaleza, edificada en tapial y reforzada más tarde con muros de cal y canto por los cristianos, hasta configurar un formidable castillo roquero prerromano, cuya presencia llegó a constituir uno de los puntos más sólidos en el sistema defensivo de los territorios centrales de la Baja Extremadura. En sus alrededores se construyeron numerosas atalayas de aviso y comunicación, dispuestas asimismo por los mahometanos, como refuerzo de primera línea en la defensa de esos dominios.
La fortaleza tuvo dos recintos, aunque el exterior se ha perdido, del interno perduran muchos restos. Para su entrada se disponía de tres puertas, una de ellas con puente levadizo. En el patio principal se encontraban las habitaciones dedicadas a vivienda, la cocina, las caballerizas y la torre del homenaje. Esta torre tenía tres ventanas y una de ellas albergaba una campana. En una sala alta se encontraba la capilla, que era la única que había en Hornachos en 1494 debido a que, prácticamente, todos sus habitantes eran moros, a excepción del comendador y los suyos. Además de estas dependencias el castillo tenía dos aljibes, varios cubos defensivos y la mazmorra. Fue paralelamente a una disminución de la población cuando el castillo comienza a desmoronarse. En 1526 se ordena demoler los encasamientos de la fortaleza en los que se habían refugiado los moriscos rebelados contra las órdenes de conversión dictadas por Carlos V. La decadencia del castillo se acentúa a partir de 1575, fecha en que dejan de habitarlo los comendadores o alcaides aunque lo siguen habitando algunos dependientes de los mismos, . En 1604 se encontraba abandonada ya por completo la fortificación, siendo ya en 1746 donde los mismos libros de visita dicen: “El castillo y casa fuerte está caído, derrotado e inhabitable”. A día de hoy su estado es de ruina progresiva , estando bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
La fortaleza tuvo dos recintos, aunque el exterior se ha perdido, del interno perduran muchos restos. Para su entrada se disponía de tres puertas, una de ellas con puente levadizo. En el patio principal se encontraban las habitaciones dedicadas a vivienda, la cocina, las caballerizas y la torre del homenaje. Esta torre tenía tres ventanas y una de ellas albergaba una campana. En una sala alta se encontraba la capilla, que era la única que había en Hornachos en 1494 debido a que, prácticamente, todos sus habitantes eran moros, a excepción del comendador y los suyos. Además de estas dependencias el castillo tenía dos aljibes, varios cubos defensivos y la mazmorra. Fue paralelamente a una disminución de la población cuando el castillo comienza a desmoronarse. En 1526 se ordena demoler los encasamientos de la fortaleza en los que se habían refugiado los moriscos rebelados contra las órdenes de conversión dictadas por Carlos V. La decadencia del castillo se acentúa a partir de 1575, fecha en que dejan de habitarlo los comendadores o alcaides aunque lo siguen habitando algunos dependientes de los mismos, . En 1604 se encontraba abandonada ya por completo la fortificación, siendo ya en 1746 donde los mismos libros de visita dicen: “El castillo y casa fuerte está caído, derrotado e inhabitable”. A día de hoy su estado es de ruina progresiva , estando bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
LAS MINAS
Narra la tradición qué el nombre de Hornachos deriva de los hornos (del latín fornus) que en la antigüedad eran utilizados para la fundición de metales, como la galena argentífera, explotados en las numerosas minas de la zona.
Al parecer existieron hornos de fundición de metales en algunos puntos de la Sierra, al servicio de las explotaciones mineras que en ese ámbito se mantuvieron, desde época posiblemente prehistórica, hasta finales del siglo XIX, pero especialmente activas durante la época romana y árabe.
En el paraje del Cerro de las Cruces, y la Matilla, existieron minas, con cuyos desechos llegó a formarse un enorme promontorio en el lugar llamado el Escarial, en las proximidades a la población. La explotación de los ricos filones de plata, cuyo recuerdo quedó en el topónimo de alguna calle de la localidad, ocupó ya a los romanos y árabes, habiendo estado más modernamente en manos de ingleses, llegándose a ocupar en su trabajo en ciertos momentos más de doscientas familias, hasta la clausura de las explotaciones a finales de la centuria pasada.
Los moriscos de Hornachos se dedicaban fundamentalmente a la agricultura, arboricultura y ganadería, así como a la explotación de minas: la Afortunada en la Sierra de Pinos y la Descuidada en el sitio o lugar de Trasierra. A día de hoy aún podemos observar en ambas las ruinas que constituían todo el yacimiento, cómo el edificio de la sala de máquinas, la casa de los obreros, el lavadero del mineral, los talleres, las entradas a la mina, entre otros. Minerales principales cuarzo, calcita y dolomita.
Al parecer existieron hornos de fundición de metales en algunos puntos de la Sierra, al servicio de las explotaciones mineras que en ese ámbito se mantuvieron, desde época posiblemente prehistórica, hasta finales del siglo XIX, pero especialmente activas durante la época romana y árabe.
En el paraje del Cerro de las Cruces, y la Matilla, existieron minas, con cuyos desechos llegó a formarse un enorme promontorio en el lugar llamado el Escarial, en las proximidades a la población. La explotación de los ricos filones de plata, cuyo recuerdo quedó en el topónimo de alguna calle de la localidad, ocupó ya a los romanos y árabes, habiendo estado más modernamente en manos de ingleses, llegándose a ocupar en su trabajo en ciertos momentos más de doscientas familias, hasta la clausura de las explotaciones a finales de la centuria pasada.
Los moriscos de Hornachos se dedicaban fundamentalmente a la agricultura, arboricultura y ganadería, así como a la explotación de minas: la Afortunada en la Sierra de Pinos y la Descuidada en el sitio o lugar de Trasierra. A día de hoy aún podemos observar en ambas las ruinas que constituían todo el yacimiento, cómo el edificio de la sala de máquinas, la casa de los obreros, el lavadero del mineral, los talleres, las entradas a la mina, entre otros. Minerales principales cuarzo, calcita y dolomita.
HORNACHOS
Cuenta la tradición que Hércules,al que se le atribuyen la fundación entre otras ciudades españolas de Cádiz y Sevilla,fue protagonista de importantes conquistas en la Península Ibérica.El transcurso de sus batallas lo llevó a instalarse en la Sierra de Pinos y en honor a la diosa Fornacis creó los primeros cimientos de un pueblo que hoy todos conocemos cómo Hornachos.
El casco urbano se asienta en la solana de la Sierra de su nombre, a una altitud media de 538 metros, y entre dos profundos valles: el valle de los Moros y el valle de los Cristianos, abancalados y dedicados al cultivo intensivo de numerosas huertas de origen morisco.
Ya en tiempos prehistóricos existieron en este ámbito asentamientos humanos. Castro celta más tarde,es muy probable que el mismo lugar ocupado por la población actual,o alguno inmediato,fuera la Fornacis Romana mencionada por Claudio Ptolomeo,nombre que indicaba su dedicación a la minería,especialmente a la extracción de hierro y plata,para lo que construyeron los hornos (fornos) de fundición de metales,que estuvieron activos durante la época romana y árabe.
Poblada también en tiempo de los visigodos, la tradición la señala incluso como refugio de San Hermenegildo en la huida de su padre, el arriano Leovigildo.
Durante la ocupación musulmana se mantuvo poblada también, datando de esa época la fortaleza primitiva de adobe, luego reconstruida en piedra por los cristianos, que corona sus cresterías, constituyendo uno de los puntos más solidos en el sistema defensivo de la Baja Extremadura.
En 1234, fue ocupada por la Orden de Santiago, integrándose en sus dominios como cabeza de Encomienda. A finales del siglo XIV, era cabeza de Partido con jurisdicción sobre 14 aldeas y sede de un Gobernador, rango que mantuvo hasta 1640, en que debido a la decadencia pasó a Llerena. Después de su ocupación por los cristianos el núcleo continuó habitado mayoritariamente por sus anteriores moradores árabes, situación que se mantuvo hasta la expulsión de los moriscos en 1610. Durante este tiempo en Hornachos no hubo casi otros cristianos que el Comendador santiaguista, un párroco, y ya más tarde, algunos frailes franciscanos. En ciertos momentos parece que no contó ni siquiera con iglesia. Con motivo de la sublevación de 1526 Carlos I ordenó demoler la población, entonces establecida en la zona alta más próxima al castillo, resurgiendo después el caserío en el lugar que hoy ocupa. A finales del XVI el núcleo contaba con más de 10.000 habitantes, siendo el foco morisco más importante de España.
Tras su salida de la Península los hornacheros fundaron una curiosa república pirata en Salé, cerca de Rabat, que se mantuvo activa durante algunos años. Actualmente, la localidad sigue conservando la huella de su pasado en los tejidos más antiguos, cuyas calles empinadas y tortuosas, formadas todavía en ciertas zonas por edificaciones que evocan los esquemas constructivos moriscos, ofrecen sugestivos rincones de insuperable pintoresquismo.
El casco urbano se asienta en la solana de la Sierra de su nombre, a una altitud media de 538 metros, y entre dos profundos valles: el valle de los Moros y el valle de los Cristianos, abancalados y dedicados al cultivo intensivo de numerosas huertas de origen morisco.
Ya en tiempos prehistóricos existieron en este ámbito asentamientos humanos. Castro celta más tarde,es muy probable que el mismo lugar ocupado por la población actual,o alguno inmediato,fuera la Fornacis Romana mencionada por Claudio Ptolomeo,nombre que indicaba su dedicación a la minería,especialmente a la extracción de hierro y plata,para lo que construyeron los hornos (fornos) de fundición de metales,que estuvieron activos durante la época romana y árabe.
Poblada también en tiempo de los visigodos, la tradición la señala incluso como refugio de San Hermenegildo en la huida de su padre, el arriano Leovigildo.
Durante la ocupación musulmana se mantuvo poblada también, datando de esa época la fortaleza primitiva de adobe, luego reconstruida en piedra por los cristianos, que corona sus cresterías, constituyendo uno de los puntos más solidos en el sistema defensivo de la Baja Extremadura.
En 1234, fue ocupada por la Orden de Santiago, integrándose en sus dominios como cabeza de Encomienda. A finales del siglo XIV, era cabeza de Partido con jurisdicción sobre 14 aldeas y sede de un Gobernador, rango que mantuvo hasta 1640, en que debido a la decadencia pasó a Llerena. Después de su ocupación por los cristianos el núcleo continuó habitado mayoritariamente por sus anteriores moradores árabes, situación que se mantuvo hasta la expulsión de los moriscos en 1610. Durante este tiempo en Hornachos no hubo casi otros cristianos que el Comendador santiaguista, un párroco, y ya más tarde, algunos frailes franciscanos. En ciertos momentos parece que no contó ni siquiera con iglesia. Con motivo de la sublevación de 1526 Carlos I ordenó demoler la población, entonces establecida en la zona alta más próxima al castillo, resurgiendo después el caserío en el lugar que hoy ocupa. A finales del XVI el núcleo contaba con más de 10.000 habitantes, siendo el foco morisco más importante de España.
Tras su salida de la Península los hornacheros fundaron una curiosa república pirata en Salé, cerca de Rabat, que se mantuvo activa durante algunos años. Actualmente, la localidad sigue conservando la huella de su pasado en los tejidos más antiguos, cuyas calles empinadas y tortuosas, formadas todavía en ciertas zonas por edificaciones que evocan los esquemas constructivos moriscos, ofrecen sugestivos rincones de insuperable pintoresquismo.
LUGARES DE INTERÉS
EL DESBAUTIZADERO
<…es sabido que inmediata a la villa, en el sitio conocido como “Desbautizadero de los Moros” durante los tiempos antiguos, existió una de tantas fortificaciones como punto avanzado desde el que comunicar mediante señales luminosas o fogatas con el castillo principal de la cima de la sierra, y con otros seis de carácter secundario, que, según las crónicas, se encontraban distribuidos por su entorno como primera línea de las defensas del enclave..>. Ortiz de Thovar menciona la existencia en Hornachos de varias fuentes o desbautizaderos, a las que los islamizantes llamaban “morquíes”, de las que los moriscos se servían en secreto para limpiarse, y contrarrestar los efectos del bautismo, a cuya formalidad exterior se sometían por convivencia o a la fuerza. En tales fuentes lavaban a los niños que habían recibido el sacramento, creyendo que de esa manera quedaban desbautizados, dejando como rescate las camisillas de los afectados, así como algunas monedas, clavos, herraduras, y otros objetos rituales y simbólicos. En ceremonias secretas, les imponían un nombre musulmán , que era el que valía en su realidad espiritual, dejando el nombre cristiano solamente para sus relaciones con el mundo externo.
El desbautizadero que tenían en más estima se encontraba hacia el norte, a una media legua del pueblo, en el sitio llamado “La Hoya de la Maestranza”, en las cercanías de una de las viejas atalayas fortificadas de origen árabe. Dicha fuente, se encuentra en la cima de un gran peñasco blanco. El cronista antes mencionado la describe como, “de una vara de ancho y veinticuatro de largo, labrada y excavada a humanas fuerzas, no se derrama ni en los años de más lluvia y el agua en la madre es bermeja, pero fuera de ella es cristalina”.
Tras el paso de los siglos, aún podemos contemplar en el mismo estado este Morquíes o desbautizadero como hito significativo del Hornachos morisco.
Partiendo de Hornachos cogeremos la carretera EX-344, dirección a Puebla de la Reina, para recorrer unos 4 km. hasta llegar a la ermita de San Isidro. Una vez allí cogeremos el camino que discurre de frente a Sierra de Pinos, y caminando, descenderemos por el valle para volver a subir a la cumbre de enfrente, donde podremos observar el Desbautizadero y los restos de la antigua atalaya.
EL OPPIDUM DE HORNACHUELOS
Hornachuelos es un enclave arqueológico situado en el término municipal de Ribera del Fresno, en pleno valle del Matachel, junto a la Cañada Real de Ganados.
Para acceder hasta allí podemos partir desde Ribera del Fresno y tomar la carretera local BA-122 dirección a Hinojosa del Valle. A la altura del km.3, un monolito marca el desvío que dirige a las ruinas. A partir de aquí recorremos 6,5 km. hasta llegar al yacimiento.
También podemos llegar partiendo desde Hornachos, cogiendo la carretera BA-079 dirección a Hinojosa del Valle. A unos 9,5 km, y cruzado el Embalse de los Molinos, tomaremos una sección de curvas peligrosas llamadas “Las Tiesas”, y al final de éstas sale el camino, que cruzando por la puerta de una finca nos dirige al cerro de Hornachuelos. Deberemos de tener precaución de cerrar las cancelas para no ocasionar problemas con el ganado.
En ambas rutas tomaremos cómo referencia visual el cerro de Hornachuelos que es fácilmente visible dada su elevación dominante, y a la monstruosa torreta de hormigón que corona su cima.
A su vez deberemos de tener cuidado con nuestro vehículo ya que transitaremos por pistas y caminos forestales.
Una vez allí y con la ayuda de la correspondiente cartelería explicativa, el visitante puede conocer aspectos del urbanismo, la defensa, los aljibes y la necrópolis de este lugar. Así mismo, el entorno inmediato ofrece claves diversas para la justa comprensión del sitio.
Según los restos hallados en las excavaciones, Hornachuelos estuvo ya poblado a finales de la Edad del Cobre, como así lo demuestra la existencia de una estructura fortificada acotada por una o dos líneas de muralla con bastiones semicirculares, evidenciándose en su interior cabañas, principalmente, de planta oval.
Aunque el mayor esplendor de Hornachuelos se produce casi 2000 años después, entre mediados del Siglo II a.c. - y finales del siglo I d.c., etapa de tránsito entre las culturas prerromanas y la Romanización de la Beturia, nombre que dieron los autores clásicos al territorio comprendido entre el río Guadiana y Sierra Morena.
Oppidum es un término genérico que se usa para nombrar lugares elevados, como colinas o mesetas, con unas defensas naturales reforzadas por el hombre. Constituye el yacimiento arqueológico extremeño de mayor importancia de este periodo, con viviendas dispuestas en manzanas, calles bien definidas, hornos y talleres metalúrgicos, recinto amurallado y foso.
<…es sabido que inmediata a la villa, en el sitio conocido como “Desbautizadero de los Moros” durante los tiempos antiguos, existió una de tantas fortificaciones como punto avanzado desde el que comunicar mediante señales luminosas o fogatas con el castillo principal de la cima de la sierra, y con otros seis de carácter secundario, que, según las crónicas, se encontraban distribuidos por su entorno como primera línea de las defensas del enclave..>. Ortiz de Thovar menciona la existencia en Hornachos de varias fuentes o desbautizaderos, a las que los islamizantes llamaban “morquíes”, de las que los moriscos se servían en secreto para limpiarse, y contrarrestar los efectos del bautismo, a cuya formalidad exterior se sometían por convivencia o a la fuerza. En tales fuentes lavaban a los niños que habían recibido el sacramento, creyendo que de esa manera quedaban desbautizados, dejando como rescate las camisillas de los afectados, así como algunas monedas, clavos, herraduras, y otros objetos rituales y simbólicos. En ceremonias secretas, les imponían un nombre musulmán , que era el que valía en su realidad espiritual, dejando el nombre cristiano solamente para sus relaciones con el mundo externo.
El desbautizadero que tenían en más estima se encontraba hacia el norte, a una media legua del pueblo, en el sitio llamado “La Hoya de la Maestranza”, en las cercanías de una de las viejas atalayas fortificadas de origen árabe. Dicha fuente, se encuentra en la cima de un gran peñasco blanco. El cronista antes mencionado la describe como, “de una vara de ancho y veinticuatro de largo, labrada y excavada a humanas fuerzas, no se derrama ni en los años de más lluvia y el agua en la madre es bermeja, pero fuera de ella es cristalina”.
Tras el paso de los siglos, aún podemos contemplar en el mismo estado este Morquíes o desbautizadero como hito significativo del Hornachos morisco.
Partiendo de Hornachos cogeremos la carretera EX-344, dirección a Puebla de la Reina, para recorrer unos 4 km. hasta llegar a la ermita de San Isidro. Una vez allí cogeremos el camino que discurre de frente a Sierra de Pinos, y caminando, descenderemos por el valle para volver a subir a la cumbre de enfrente, donde podremos observar el Desbautizadero y los restos de la antigua atalaya.
EL OPPIDUM DE HORNACHUELOS
Hornachuelos es un enclave arqueológico situado en el término municipal de Ribera del Fresno, en pleno valle del Matachel, junto a la Cañada Real de Ganados.
Para acceder hasta allí podemos partir desde Ribera del Fresno y tomar la carretera local BA-122 dirección a Hinojosa del Valle. A la altura del km.3, un monolito marca el desvío que dirige a las ruinas. A partir de aquí recorremos 6,5 km. hasta llegar al yacimiento.
También podemos llegar partiendo desde Hornachos, cogiendo la carretera BA-079 dirección a Hinojosa del Valle. A unos 9,5 km, y cruzado el Embalse de los Molinos, tomaremos una sección de curvas peligrosas llamadas “Las Tiesas”, y al final de éstas sale el camino, que cruzando por la puerta de una finca nos dirige al cerro de Hornachuelos. Deberemos de tener precaución de cerrar las cancelas para no ocasionar problemas con el ganado.
En ambas rutas tomaremos cómo referencia visual el cerro de Hornachuelos que es fácilmente visible dada su elevación dominante, y a la monstruosa torreta de hormigón que corona su cima.
A su vez deberemos de tener cuidado con nuestro vehículo ya que transitaremos por pistas y caminos forestales.
Una vez allí y con la ayuda de la correspondiente cartelería explicativa, el visitante puede conocer aspectos del urbanismo, la defensa, los aljibes y la necrópolis de este lugar. Así mismo, el entorno inmediato ofrece claves diversas para la justa comprensión del sitio.
Según los restos hallados en las excavaciones, Hornachuelos estuvo ya poblado a finales de la Edad del Cobre, como así lo demuestra la existencia de una estructura fortificada acotada por una o dos líneas de muralla con bastiones semicirculares, evidenciándose en su interior cabañas, principalmente, de planta oval.
Aunque el mayor esplendor de Hornachuelos se produce casi 2000 años después, entre mediados del Siglo II a.c. - y finales del siglo I d.c., etapa de tránsito entre las culturas prerromanas y la Romanización de la Beturia, nombre que dieron los autores clásicos al territorio comprendido entre el río Guadiana y Sierra Morena.
Oppidum es un término genérico que se usa para nombrar lugares elevados, como colinas o mesetas, con unas defensas naturales reforzadas por el hombre. Constituye el yacimiento arqueológico extremeño de mayor importancia de este periodo, con viviendas dispuestas en manzanas, calles bien definidas, hornos y talleres metalúrgicos, recinto amurallado y foso.
RECOMENDACIONES DE VISITA
- Basuras y restos son el peor recuerdo que podemos dejar de nuestra visita.
- El fuego es muy peligroso, evita hacer fuego y precaución con los cigarrillos.
- Todas las cancelas que necesitemos abrir deberán quedar cerradas, para evitar problemas si el ganado escapa.
- Salirse de las rutas recomendadas es mala decisión, podríamos perdernos.
- Disfruta de la sombra de los árboles y del paisaje, pero no rompas sus ramas inútilmente.
- Evitar hacer demasiado ruido para así no molestar a las especies, y tener a la vez más posibilidades de oírlas y observarlas.
- El fuego es muy peligroso, evita hacer fuego y precaución con los cigarrillos.
- Todas las cancelas que necesitemos abrir deberán quedar cerradas, para evitar problemas si el ganado escapa.
- Salirse de las rutas recomendadas es mala decisión, podríamos perdernos.
- Disfruta de la sombra de los árboles y del paisaje, pero no rompas sus ramas inútilmente.
- Evitar hacer demasiado ruido para así no molestar a las especies, y tener a la vez más posibilidades de oírlas y observarlas.
martes, 3 de enero de 2012
FUENTES
WEBS:
- www.extremambiente.es
- www.hornachos.es
- www.hornachuelos.com
- www.pueblos-espana.org
LIBROS:
- Hornachos, Enclave Morisco.
- Les Morisques et leur temps.
FOTOS:
- Todas las fotografías son propiedad del autor, J.Guerra (excepto panel indicativo y de rutas, y animales).
- www.extremambiente.es
- www.hornachos.es
- www.hornachuelos.com
- www.pueblos-espana.org
LIBROS:
- Hornachos, Enclave Morisco.
- Les Morisques et leur temps.
FOTOS:
- Todas las fotografías son propiedad del autor, J.Guerra (excepto panel indicativo y de rutas, y animales).
Suscribirse a:
Entradas (Atom)